lunes, 2 de agosto de 2010

Desgraciadamente soy inconformista.

Qué deprimido me siento, no debí haber salido ayer, malgasté toda mi plata, me embriagué hasta más no poder, y de nuevo cometí una infidelidad. Detesto sentir arrepentimiento, detesto no aprender la lección, detesto caer en los mismos errores una y otra vez, detesto sentir que he perdido el tiempo. Ahora me duele mucho la cabeza y me quedé sin dinero.
Jova me llamó y tuve que fingir una voz saludable y de alguien lúcido.
Mañana es lunes y sólo me queda enfrentar a una semana más de vida que se viene.
Tengo muchas cosas que muchos quisieran tener. Creo que lo único que me falta es dinero, nada más. Pero también creo que una vez que consiga el dinero, sentiré que me falta algo más, ya que desgraciada mente soy inconformista.
Muchos dicen que está mal se inconformista, que es de mediocres y de gente que no aspira a nada. Pero esa gente es feliz, ya que siente que no necesita nada más y se conforma con lo que tiene, en cierta forma, los admiro.

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