De pronto me despierta un alerta de mensaje en mi celular, es Jova. Aún soñando hago la maniobra de coger el celular y apretar cualquier botón para leer: “Estoy en el hospital, ven urgente.” Al leer esto, me despierto por completo, llamo a Jova para saber qué ocurría y me contesta su mamá diciéndome que Jova se desmayó en su trabajo y la trajeron de emergencia y que vaya pronto.
No me bañé ayer y hoy ya me toca, pero no hay tiempo, me visto y lavo la cara rápidamente y emprendo en un taxi. Llego y está Jova sentada en la sala de espera junto a su dulce madre. Su mamá me cuenta de nuevo lo que pasó y ahora están esperando a que llamen su nombre.
La sala de espera está al aire libre, muchas embarazadas con dolores y esperando ser atendidas esperan bajo el frío. Después de media hora, llaman a Jova, pero sólo puede entrar una persona (la paciente), entonces me quedo con su madre afuera. Después de unos minutos sale Jova y me dice que pase. Entro y un hipócrita doctor me saluda cortésmente, me da una receta médica que tengo que ir a la farmacia del hospital a adquirir de manera gratuita. Aparte me da otra receta que hay que comprar en farmacias de afuera pero secamente le digo que no tengo dinero. La verdad es que sí tenía dinero en el bolsillo pero no me siento aún comprometido con Jova como para gastar en ella y nuestro hijo, creo que inmaduramente la quiero hacer sentir culpable de tener un bebé conmigo en circunstancias irracionales para este. Yo le propuse fríamente abortar dado a nuestra situación económica pero ella no me dio la razón. No puedo obligarla a decidir, pero ella es la de la última palabra, yo ya le dí mi punto de vista, sin embargo aún sigo molesto por su irracionalidad.
El doctor me dijo que ahora que tendré un hijo, tendré que buscar un trabajo, y dijo que el bebé está en perfectas condiciones pero Jova es la que está mal anímicamente, que tengo que ayudarla, en pocas palabras, me echó la culpa. Yo no quiero buscar un trabajo ganando un sueldo mínimo siendo explotado, yo me quiero. Lo que necesito es estudiar y Jova tendrá que esperar.
Fui a que me den los medicamentos, regreso y se los doy. El médico me dice que espere afuera, entonces voy y alcanzo a la madre de Jova que está cagándose de frío afuera, en la sala de espera. Pasan muchos minutos y la madre de Jova me dice que tiene que recoger a su hija menor al colegio, entonces se va. Cansado de esperar, me acerco y pregunto a la recepcionista cuánto es lo que demorará la paciente Jova Bartra. La morena me dice que serán unas 3 horas aproximadamente porque le están poniendo suero ya que está deshidratada pues no come nada y esto demora y nadie puede entrar hasta que termine. Me dan ganas de escupirle en la cara, pero me aguanto. Me voy del lugar mandando a la mierda a todo y muy molesto porque la gente piensa que mi tiempo no cuesta nada, y eso detesto.
A las 3 horas regreso y me reencuentro con la madre de Jova en la misma puta sala de espera. Esperamos todavía 1 hora más y de pronto sale el doctor y nos dice que Jova tendrá que ser hospitalizada hasta que se recupere. Nos hace pasar para verla un rato y despedirnos. Después de esto me voy pensando en que si siempre será así.
Ya al siguiente día, despierto de mejor humor. Voy al horario de visitas al hospital y la sorprendo con una rosa roja y un beso. Después de todo, yo la quiero un montón, y cada día la veo más hermosa.
Soy un bulímico que sabe que lo es, pero que piensa que en cualquier momento puede dejar de serlo. Ningún relato de este blog es coincidencia, todo es la pura realidad que conlleva este humilde autor anónimo.
jueves, 22 de julio de 2010
sábado, 17 de julio de 2010
La triste caca que soy.
No me arrepiento de la tremenda infidelidad que cometí aún. Es que durante toda esa noche todo fue cuestión de risas, anécdotas, discusiones hermosas, comentarios burlesco-chistosos, y cerré con broche de oro metiendo un gol de media cancha jamás imaginando que lo haría. Durante todo esto, no me acordé por nada del mundo de Jova ni de mi hijo. Sé que eso está mal, pero a la vez, me sentí bien, puesto que cada vez que pienso en ellos me tortura la idea del tener que mantener a alguien más no pudiendo ni mantenerme a mí mismo.
Voy a la casa de Jova por la tarde, recordando la infidelidad sexual pero sin remordimiento. Llego de lo más normal, y me abre la hermana de Jova, me dice que pase al cuarto, entro al cuarto, y de pronto me encuentro con la sonrisa más hermosa del mundo, me doy cuenta de lo hermosa que es Jova, qué bella se la ve echada en su cama con su chompa amarilla y el cabello suelto y sonriendo al verme. Entonces me viene un cargo de conciencia espeluznante. La veo tan hermosa, que siento que me enamoro de ella. Es una persona que me quiere tanto… cómo pude haberla fallado. Por más desperfectos personales que tenga, ella nunca me haría daño ni me jugaría tan bajo como yo le jugué, otro motivo más para decir que soy una triste caca.
Como triste caca que soy, ese día la traté como una reina, tratando de compensar la ninguneada que le atravesé a sus espaldas.
Voy a la casa de Jova por la tarde, recordando la infidelidad sexual pero sin remordimiento. Llego de lo más normal, y me abre la hermana de Jova, me dice que pase al cuarto, entro al cuarto, y de pronto me encuentro con la sonrisa más hermosa del mundo, me doy cuenta de lo hermosa que es Jova, qué bella se la ve echada en su cama con su chompa amarilla y el cabello suelto y sonriendo al verme. Entonces me viene un cargo de conciencia espeluznante. La veo tan hermosa, que siento que me enamoro de ella. Es una persona que me quiere tanto… cómo pude haberla fallado. Por más desperfectos personales que tenga, ella nunca me haría daño ni me jugaría tan bajo como yo le jugué, otro motivo más para decir que soy una triste caca.
Como triste caca que soy, ese día la traté como una reina, tratando de compensar la ninguneada que le atravesé a sus espaldas.
martes, 13 de julio de 2010
Infidelidad
El sábado por la noche no tenía nada de planes, tampoco estaba con ganas de hacer algo. Estaba algo triste por muchas cosas; mis padres peleados, problemas económicos, yo descontento con mi cuerpo y vomitando lo que como, y Uruguay había perdido contra Alemania el 3er puesto del Mundial. No encontraba ninguna solución a nada pero respecto esto último, mi consuelo era que al siguiente día, España gane ante Holanda la final del mundial. Ese partido no me lo podía perder por nada, absolutamente por nada de este extraño mundo.
Estaba conectado al Messenger, y de pronto Sarah y Renato me agregan a una multiconversa cibernética. Me invitan a ir a casa de Mary, ella está haciendo una fiesta inaugurando su nuevo departamento.
Mary, es una amiga que conocimos en un viaje a Huaraz que hicimos en semana santa. Ella es amiga de la universidad de Karen, nos hospedó los últimos días del viaje en su casa. Se ganó nuestra amistad a base de comida y techo.
Acepto ir a dicha fiesta, arriesgándome a que esta sea de esas fiestas estereotipo pachangueras, cumbiamberas, reguetoneras.
Llegamos a la fiesta y ésta resulta no serla, no había nadie, su departamento estaba vacío, no habían otros invitados, sólo nos esperaban una botella “Red Label” de Johnny Walker, un champagne y un Ron Cartavio. Uffff!!! Amo las reuniones tranquilas, con música para escuchar mientras tomas, ríes, conversas, escuchas, miras, hueles. Amo embriagarme en esas circunstancias.
Y así fue, pasaron las horas; conversando y tomando, riendo y burlándonos, nos fuimos emborrachando. De pronto, sólo quedaba el champagne, pero la noche ya estaba acabando y ya había sido nuestra, y para casi todos ya era la hora de la retirada. Se fueron todos quedando solamente Mary, yo, y Renato tirado en un mueble durmiendo. Mary y yo seguimos tomando bajo los primeros rayos de sol del día que entraban por la ventana de su sala mientras Renato dormía. No sé cómo es que comenzamos a besarnos, nos paramos besándonos, caminamos hacia el cuarto besándonos, tropezamos besándonos y terminamos en una cama revolcándonos. Le bajé el pantalón y también me bajé el pantalón. Demoré en quitarme las malditas zapatillas más de lo que demoro normalmente en eyacular.
De pronto, me vi adentro de ella, haciéndola gemir. Después de un rato, ella pegó un grito, voltié la mirada hacia la puerta y ésta estaba abierta. Nos paramos y nos subimos los pantalones, yo me subí el pantalón con el calzoncillo aún abajo. Encontramos afuera a Renato riéndose y éste nos dijo, “Sólo entré para despedirme”, riéndose. Lo despedimos rápido, y comenzamos de nuevo nuestro festín de sexo sin amor. No recuerdo más...
El celular sonó y desperté, eran las 4 de la tarde y al costado mío estaba Mary. Contesté y era mi madre, y lo primero que me dijo fue: “¿En dónde viste la final del mundial?”.
Estaba conectado al Messenger, y de pronto Sarah y Renato me agregan a una multiconversa cibernética. Me invitan a ir a casa de Mary, ella está haciendo una fiesta inaugurando su nuevo departamento.
Mary, es una amiga que conocimos en un viaje a Huaraz que hicimos en semana santa. Ella es amiga de la universidad de Karen, nos hospedó los últimos días del viaje en su casa. Se ganó nuestra amistad a base de comida y techo.
Acepto ir a dicha fiesta, arriesgándome a que esta sea de esas fiestas estereotipo pachangueras, cumbiamberas, reguetoneras.
Llegamos a la fiesta y ésta resulta no serla, no había nadie, su departamento estaba vacío, no habían otros invitados, sólo nos esperaban una botella “Red Label” de Johnny Walker, un champagne y un Ron Cartavio. Uffff!!! Amo las reuniones tranquilas, con música para escuchar mientras tomas, ríes, conversas, escuchas, miras, hueles. Amo embriagarme en esas circunstancias.
Y así fue, pasaron las horas; conversando y tomando, riendo y burlándonos, nos fuimos emborrachando. De pronto, sólo quedaba el champagne, pero la noche ya estaba acabando y ya había sido nuestra, y para casi todos ya era la hora de la retirada. Se fueron todos quedando solamente Mary, yo, y Renato tirado en un mueble durmiendo. Mary y yo seguimos tomando bajo los primeros rayos de sol del día que entraban por la ventana de su sala mientras Renato dormía. No sé cómo es que comenzamos a besarnos, nos paramos besándonos, caminamos hacia el cuarto besándonos, tropezamos besándonos y terminamos en una cama revolcándonos. Le bajé el pantalón y también me bajé el pantalón. Demoré en quitarme las malditas zapatillas más de lo que demoro normalmente en eyacular.
De pronto, me vi adentro de ella, haciéndola gemir. Después de un rato, ella pegó un grito, voltié la mirada hacia la puerta y ésta estaba abierta. Nos paramos y nos subimos los pantalones, yo me subí el pantalón con el calzoncillo aún abajo. Encontramos afuera a Renato riéndose y éste nos dijo, “Sólo entré para despedirme”, riéndose. Lo despedimos rápido, y comenzamos de nuevo nuestro festín de sexo sin amor. No recuerdo más...
El celular sonó y desperté, eran las 4 de la tarde y al costado mío estaba Mary. Contesté y era mi madre, y lo primero que me dijo fue: “¿En dónde viste la final del mundial?”.
lunes, 12 de julio de 2010
Papá ¡Vas a ser abuelo!
El viernes por la noche, mi padre veía televisión mientras comía. Era una buena oportunidad para sentarme a su costado y conversar, en este caso acerca de mi futuro. Conversando de cualquier cosa, le dije lo mismo que a mi madre, que tenía un problema y que quería compartirlo con él.
-Voy a ser abuelo? -preguntó adivinando al igual que mi madre.
-No, no es nada de eso. -mentí.
-¿Entonces? Cuéntame, puedes confiar en mí.
Me paré, cerré la puerta, saqué el sobre de la ecografía de mi bolsillo, lo abrí y se lo puse en las manos.
-Papá ¡Vas a ser abuelo! -ya llorando y abrazándolo.
Mi padre me consoló, también me abrazó.
-Espero que esto te sirva como un impulso, como un empujón para que hagas mejor las cosas, para que ya no pierdas tanto tiempo, y esto tómalo como una bendición.
Ya han pasado tres días y no se ha dicho nada del tema. Mis padres se han peleado y tienen otras cosas en la cabeza. Quisiera también que me ayuden a buscar una solución, por lo tanto quisiera que también se solucionen los demás problemas.
Tanto en mi papá como en mi mamá, exageré. Para no recibir llamadas de atención ni gritos, me hice la víctima, obviamente no la victima ante Jova. Pero sí solté ese llanto para hacer notar un estado deprimido y mortificado que no necesita de llamadas de atención ni de la famosa palabra "hubieras", sólo necesitaba abrazo de padre a hijo.
-Voy a ser abuelo? -preguntó adivinando al igual que mi madre.
-No, no es nada de eso. -mentí.
-¿Entonces? Cuéntame, puedes confiar en mí.
Me paré, cerré la puerta, saqué el sobre de la ecografía de mi bolsillo, lo abrí y se lo puse en las manos.
-Papá ¡Vas a ser abuelo! -ya llorando y abrazándolo.
Mi padre me consoló, también me abrazó.
-Espero que esto te sirva como un impulso, como un empujón para que hagas mejor las cosas, para que ya no pierdas tanto tiempo, y esto tómalo como una bendición.
Ya han pasado tres días y no se ha dicho nada del tema. Mis padres se han peleado y tienen otras cosas en la cabeza. Quisiera también que me ayuden a buscar una solución, por lo tanto quisiera que también se solucionen los demás problemas.
Tanto en mi papá como en mi mamá, exageré. Para no recibir llamadas de atención ni gritos, me hice la víctima, obviamente no la victima ante Jova. Pero sí solté ese llanto para hacer notar un estado deprimido y mortificado que no necesita de llamadas de atención ni de la famosa palabra "hubieras", sólo necesitaba abrazo de padre a hijo.
jueves, 8 de julio de 2010
Mamá ¡Vas a ser abuela!
4PM Fui a la farmacia, compré un frasco de píldoras de ácido fólico y fui al supermercado para sólo comprar un Snicker, Jova está con sus antojos de chocolate.
Llego a casa de Jova, nos quedamos a ver TV hasta las 7 PM más o menos. Entonces le pido la ecografía que se sacó hace unas semanas y paso a retirarme.
Llego a mi casa y no hay nadie. Espero a mi madre la cual llega pronto con un par de porciones de anticuchos para que comamos juntos. Mientras comemos, le pregunto
-Ma, ¿tú eres mi amiga?
-Sí, ¿por qué?
-Tengo que contarte algo
-No me digas que metiste la pata –en tono de broma.
-No, no es eso. Sólo quiero que me ayudes y no me des la espalda. – con la ecografía en mano.
-Ya dime ¿qué tienes ahí? El certificado médico seguro. -en tono de broma.
Abro la ecografía, la pongo en la mesa -Mamá, vas a ser abuela.
Mi madre, vio que lo que ella decía como broma se hacía realidad.
Entonces la abrazo y todo lo que no he podido llorar se me va afuera. Ella también me abraza y me dice que me apoyará. Que si lo quiero tener o no lo quiero tener, ella me apoyara. Le cuento que ya tiene 2 meses y medio, y sigo llorando. Le digo que no quiero que lo vea como un problema, que sé que estamos en una mala situación como para tener una boca más, pero que creo que ahora sólo hay que mirar para adelante.
Al final, ella me entendió, ahora sólo falta contárselo a mi viejo, mi querido viejo. Le dije a mi mamá que no le diga nada a mi papá, que yo se lo diré pues quiero ser yo el vocero de lo que se me viene.
Me encanto la manera en que lo tomó mi madre, supo entenderme. También me encantaron sus últimas palabras:
-Yo te voy a apoyar en todo, sí sólo hay un pan, lo partimos entre todos -con lágrimas en las mejillas- No te puedo refutar nada porque tu y tus hermanos son producto del descuido -ya riéndose un poco.
Llego a casa de Jova, nos quedamos a ver TV hasta las 7 PM más o menos. Entonces le pido la ecografía que se sacó hace unas semanas y paso a retirarme.
Llego a mi casa y no hay nadie. Espero a mi madre la cual llega pronto con un par de porciones de anticuchos para que comamos juntos. Mientras comemos, le pregunto
-Ma, ¿tú eres mi amiga?
-Sí, ¿por qué?
-Tengo que contarte algo
-No me digas que metiste la pata –en tono de broma.
-No, no es eso. Sólo quiero que me ayudes y no me des la espalda. – con la ecografía en mano.
-Ya dime ¿qué tienes ahí? El certificado médico seguro. -en tono de broma.
Abro la ecografía, la pongo en la mesa -Mamá, vas a ser abuela.
Mi madre, vio que lo que ella decía como broma se hacía realidad.
Entonces la abrazo y todo lo que no he podido llorar se me va afuera. Ella también me abraza y me dice que me apoyará. Que si lo quiero tener o no lo quiero tener, ella me apoyara. Le cuento que ya tiene 2 meses y medio, y sigo llorando. Le digo que no quiero que lo vea como un problema, que sé que estamos en una mala situación como para tener una boca más, pero que creo que ahora sólo hay que mirar para adelante.
Al final, ella me entendió, ahora sólo falta contárselo a mi viejo, mi querido viejo. Le dije a mi mamá que no le diga nada a mi papá, que yo se lo diré pues quiero ser yo el vocero de lo que se me viene.
Me encanto la manera en que lo tomó mi madre, supo entenderme. También me encantaron sus últimas palabras:
-Yo te voy a apoyar en todo, sí sólo hay un pan, lo partimos entre todos -con lágrimas en las mejillas- No te puedo refutar nada porque tu y tus hermanos son producto del descuido -ya riéndose un poco.
lunes, 5 de julio de 2010
Fin de semana y comienzo a ser como antes
Es Viernes, el partido entre Uruguay vs. Ghana ha sido el mejor partido que he visto en mi vida. No me gusta el fútbol, sólo lo veo en los mundiales a partir de los cuartos de final. Luego del partido, le digo a Jova para ir a ver “Toy Story 3” en 3D. Vamos a ver la película, y nos reímos como nunca, hace tiempo que no me reía así. Siento que ya estoy comenzando a ser como antes, y ya comienza a agradarme la idea de tener un bebé (jamás pensé en decir eso!).
Ahora que mi alma se está curando, me comienza a dar más ansiedad. Después del cine vamos a comer, ella sólo me mira devorar a la inocente hamburguesa, pues no tiene ganas de comer por síntomas de embarazo. Apenas acabamos, nos vamos a nuestras respectivas casas, llego a la mía y de frente al baño a vomitar. Tal parece que vuelvo a ser el mismo de antes.
Es sábado 3 de julio, en los cuartos de final, Alemania le gana a Argentina 4-0, España le gana a Paraguay 1-0. Ahora las semifinales serán España vs. Alemania y Uruguay vs. Holanda. Quisiera que gane Uruguay, y como segunda opción, España.
Me acaban de comprar un libro de química antiguo y de colección que era de mi abuelo por mercadolibre.com. Apenas acaban los partidos, me baño y voy a entregarlo. He ganado 130 dólares. Es sábado y Paul, me dice para ir al “Sargento”, uno de los mejores bares de Barranco, para gente que sabe escuchar buena música. Germán también me llama y me dice también ir a conversar, no nos vemos desde hace tiempo, y el vive ahora por barranco. Y también Karen y Sarah me dicen para salir a una discoteca que queda en barranco. Como que el destino me dice que hoy salga intoxicarme.
Decido primero acompañar a Karen y Sarah a la discoteca aunque odio las discotecas. Quiero contarles que seré papá. Sé que es una noticia que en un par de segundos estará en boca de todos, pero quiero decirla personalmente a cada uno de los pocos amigos que tengo. Hacemos una cola infernal, llegamos entrar, y la discoteca es un infierno. Boom, boom, retumba mi caja torácica aquellos graves bajos. No puedo conversar nada, para comunicarme tengo que hacer señas o gritar en los oídos. La única opción es bailar toda la noche, es por eso que detesto las discotecas. Siento que pagué mi entrada por las puras y les grito que volveré en una hora, que iré un rato al “Sargento”. Salgo sabiendo que no volveré jamás.
Estoy algo ebrio, sólo estuve tomando chilcanos y muero de hambre. Sólo comí en el almuerzo, comida china que luego vomité y no entiendo por qué me siento tan gordo. Paul está adentro del “Sargento”, son las 2 AM, le digo a Germán que venga al “Sargento” y viene al rato. Presento a Germán con Paul, y nos dedicamos a embriagarnos y conversar de cualquier cosa hasta las 5 AM aprox., hora en la cual decidimos salir a comer. Ya no recuerdo mucho, sólo que comí un salchipollo con bastantes cremas.
En pleno salchipollo, parpadéo, y estoy tirado en mi cama, 4 PM. No sé qué ha pasado, es como si hubiera viajado al futuro. No recuerdo nada. Veo mi celular y hay msj. de Jova, es cumpleaños de su madre y me dice que vaya. Mi resaca es infernal, pero tengo que ir, no le puedo fallar a la familia de Jova que ya me habían invitado con anticipación.
Llego a las 7PM forzando cara de lucidez. Me doy con la sorpresa que toda la familia, papás, tíos, primos, conocidos, saben que Jova y yo esperamos un hijo. Me hacen bailar pachanga, me hacen tomar, me hacen comer, me hacen reír, me hacen hacer lo mismo que todos. Supe disfrutar todo. Jamás he conocido una familia tan alegre, tan feliz, es completamente diferente a la mía. Todos son tan amigos…
A eso de las 10 PM, decido irme. Comienzo a despedirme, y de pronto cierran la puerta, y apagan la música. Me dicen que me siente que van a conversar conmigo. Me asusto un poco pero sé que sabré enfrentarlo. Me dicen que están muy felices con la noticia de nuestro hijo, y que soy bienvenido a la familia. Me piden mi punto de vista y les digo que voy a mirar para adelante nomás que querré mucho a mi hijo y a Jova. También les cuento que aún no les digo nada a mis padres y me saben entender. Le agradezco a todos la bienvenida a la familia. Luego un tío de Jova me acerca en su moto hasta la avenida para que pueda tomar mi carro.
Me voy sintiéndome muy bien, la familia de Jova me ha hecho agradar más la idea de tener un hijo. Es una familia muy unida y muy feliz. Mi familia es todo lo contrario, mi madre se peleó con sus hermanos por la herencia. Los hermanos de mi padre viven en Arequipa y sé muy poco de ellos. Mi hermana vive en USA. Mi hermano para el 2% de la semana en la casa, el duerme con su novia, nadie la conoce hasta ahora. Mi padre llega de trabajar a la casa a la 1 AM. Mi madre para todo el día en la casa quejándose de ser una ama de casa. Yo, sólo existo y observo, sobrevivo y disfruto o sobrevivo y me oculto.
Ahora que mi alma se está curando, me comienza a dar más ansiedad. Después del cine vamos a comer, ella sólo me mira devorar a la inocente hamburguesa, pues no tiene ganas de comer por síntomas de embarazo. Apenas acabamos, nos vamos a nuestras respectivas casas, llego a la mía y de frente al baño a vomitar. Tal parece que vuelvo a ser el mismo de antes.
Es sábado 3 de julio, en los cuartos de final, Alemania le gana a Argentina 4-0, España le gana a Paraguay 1-0. Ahora las semifinales serán España vs. Alemania y Uruguay vs. Holanda. Quisiera que gane Uruguay, y como segunda opción, España.
Me acaban de comprar un libro de química antiguo y de colección que era de mi abuelo por mercadolibre.com. Apenas acaban los partidos, me baño y voy a entregarlo. He ganado 130 dólares. Es sábado y Paul, me dice para ir al “Sargento”, uno de los mejores bares de Barranco, para gente que sabe escuchar buena música. Germán también me llama y me dice también ir a conversar, no nos vemos desde hace tiempo, y el vive ahora por barranco. Y también Karen y Sarah me dicen para salir a una discoteca que queda en barranco. Como que el destino me dice que hoy salga intoxicarme.
Decido primero acompañar a Karen y Sarah a la discoteca aunque odio las discotecas. Quiero contarles que seré papá. Sé que es una noticia que en un par de segundos estará en boca de todos, pero quiero decirla personalmente a cada uno de los pocos amigos que tengo. Hacemos una cola infernal, llegamos entrar, y la discoteca es un infierno. Boom, boom, retumba mi caja torácica aquellos graves bajos. No puedo conversar nada, para comunicarme tengo que hacer señas o gritar en los oídos. La única opción es bailar toda la noche, es por eso que detesto las discotecas. Siento que pagué mi entrada por las puras y les grito que volveré en una hora, que iré un rato al “Sargento”. Salgo sabiendo que no volveré jamás.
Estoy algo ebrio, sólo estuve tomando chilcanos y muero de hambre. Sólo comí en el almuerzo, comida china que luego vomité y no entiendo por qué me siento tan gordo. Paul está adentro del “Sargento”, son las 2 AM, le digo a Germán que venga al “Sargento” y viene al rato. Presento a Germán con Paul, y nos dedicamos a embriagarnos y conversar de cualquier cosa hasta las 5 AM aprox., hora en la cual decidimos salir a comer. Ya no recuerdo mucho, sólo que comí un salchipollo con bastantes cremas.
En pleno salchipollo, parpadéo, y estoy tirado en mi cama, 4 PM. No sé qué ha pasado, es como si hubiera viajado al futuro. No recuerdo nada. Veo mi celular y hay msj. de Jova, es cumpleaños de su madre y me dice que vaya. Mi resaca es infernal, pero tengo que ir, no le puedo fallar a la familia de Jova que ya me habían invitado con anticipación.
Llego a las 7PM forzando cara de lucidez. Me doy con la sorpresa que toda la familia, papás, tíos, primos, conocidos, saben que Jova y yo esperamos un hijo. Me hacen bailar pachanga, me hacen tomar, me hacen comer, me hacen reír, me hacen hacer lo mismo que todos. Supe disfrutar todo. Jamás he conocido una familia tan alegre, tan feliz, es completamente diferente a la mía. Todos son tan amigos…
A eso de las 10 PM, decido irme. Comienzo a despedirme, y de pronto cierran la puerta, y apagan la música. Me dicen que me siente que van a conversar conmigo. Me asusto un poco pero sé que sabré enfrentarlo. Me dicen que están muy felices con la noticia de nuestro hijo, y que soy bienvenido a la familia. Me piden mi punto de vista y les digo que voy a mirar para adelante nomás que querré mucho a mi hijo y a Jova. También les cuento que aún no les digo nada a mis padres y me saben entender. Le agradezco a todos la bienvenida a la familia. Luego un tío de Jova me acerca en su moto hasta la avenida para que pueda tomar mi carro.
Me voy sintiéndome muy bien, la familia de Jova me ha hecho agradar más la idea de tener un hijo. Es una familia muy unida y muy feliz. Mi familia es todo lo contrario, mi madre se peleó con sus hermanos por la herencia. Los hermanos de mi padre viven en Arequipa y sé muy poco de ellos. Mi hermana vive en USA. Mi hermano para el 2% de la semana en la casa, el duerme con su novia, nadie la conoce hasta ahora. Mi padre llega de trabajar a la casa a la 1 AM. Mi madre para todo el día en la casa quejándose de ser una ama de casa. Yo, sólo existo y observo, sobrevivo y disfruto o sobrevivo y me oculto.
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